El papel de China

por Florentino Portero, 21 de diciembre de 2010

 

(Publicado en ABC, 21 de diciembre de 2010)
 
La tensión internacional en torno a los sucesos en la isla surcoreana de Yeonpyeong nos remite a un tema de aún mayor calado: ¿qué papel va a jugar China en la política internacional durante las próximas décadas? China es clave en la crisis entre las dos Coreas porque es la única potencia que avala la existencia del régimen comunista de Pyongyang, con todo lo que ello implica. Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones hay razones que explican ese interés, pero esas razones no restan ni un ápice de responsabilidad al gobierno de Pekín en la contención de su protegido, una auténtica amenaza para sus vecinos y para el régimen de no proliferación en su conjunto.
 
China actúa con la parsimonia propia de una entidad milenaria, lo que puede llevar a más de uno al desquiciamiento. Pero sus dirigentes tendrían que comprender que el rápido ascenso del país les obliga a asumir mayores responsabilidades en la gestión de los asuntos internacionales, algo que hasta la fecha han rechazado. Más aún, la imperiosa necesidad de hacerse con suministros energéticos les ha llevado a acuerdos con estados algo más que problemáticos. La elite política china puede pensar que sus intereses nacionales justifican el aprovechamiento de las oportunidades que el prurito de moralidad del resto del mundo le proporciona, pero en la medida en que sus intereses sean globales sufrirá las consecuencias de sus apuestas.
 
Los dos primeros años de la presidencia de Obama han sido un laboratorio de experimentación de nuevas formas de entendimiento con China. Hoy las relaciones sino-americanas son aún peores que en los días de Bush. El gobierno de Pekín actúa como si las instituciones de gobernanza mundial sirvieran sólo para defender sus intereses nacionales e impedir el establecimiento de precedentes que se pudieran volver en su contra.