Historias del más allá: Juguemos como caballeros

por Rafael L. Bardají, 23 de junio de 2019

(Publicado en la Gallina Ilustrada.es, 14 de junio de 2019) 

 

A Henry Kissinger le gusta el dry martini, con aceituna. Y su preferido es el que preparaban en el bar del hotel Mark de Nueva York antes de su reforma. La última vez que le vi allí sentado, estaba con un amigo común, Robert Kagan, padre de la célebre frase “los americanos son de Marte, los europeos, de Venus”.  Kissinger centró sus palabras en las ironías de la Historia y se quejaba de que su primer encuentro con el líder comunista chino Chou Enlai fuese recordado por una simple anécdota. Según se cuenta, en un intento de distensión, Kissinger le preguntó a Chou qué pensaba sobre la revolución francesa y éste, tras un interminable silenció, le respondió: “es demasiado pronto para valorarla”.” Lo que nadie cuenta -nos confesó un Kissinger ya achispado- es que también le pregunté qué habría sido del mundo si en lugar de ser el presidente Kennedy el asesinado, hubieran matado al líder ruso Brezniev”.  “Chou me miró seriamente y dijo: No creo que el señor Onassis se hubiera casado con la viuda de Brezniev, sinceramente”. El buen gusto y la sagacidad del primer chino dio paso a la apertura de relaciones y a la primera visita de un presidente americano a China.

 

Spain is different. Aquí las negociaciones secretas no se han dado entre naciones, sino entre un presidente como Zapatero y ETA. Esa es la broma y de muy mal gusto. Ni ZP ni los de ETA estaban interesados en la Historia y mucho menos en hablar de viudas, porque muchas las habían causado ellos. Yo creía que la alta traición se aplicaba impepinablemente a los de arriba, en cuyas manos está evitar o realizar los más grandes delitos contra la patria. Pero veo que no, que es otra broma jurídica. Me imagino a ZP con sus interlocutores como Cantinflas en el papel de mayordomo de Phileas Fogg, sentado en una timba en París, diciendo: “¿señores, jugamos como caballeros o como lo que  somos?”

 

Ronald Reagan decía que la política no era una profesión tan mala: “Si lo haces bien, tienes muchas recompensas; y si lo haces mal, escribes un libro.” ZP publicó su Dilema después de hundir a España en la miseria. Pero ahora parece que se lleva más escribirlo antes de arruinar al país. Ahí está el Manual de Resistencia de Pedro Sánchez. Pero como ya apuntaba el gran filósofo nacional, Julio Iglesias, “la vida sigue igual”. Pero al revés. Cuando vuelva a encontrarme con Kissinger le preguntaré por España. Igual me dice que Onassis no se habría casado con ninguna ex-primera dama española.