Lo que quedará del chavismo

por Manuel Coma, 15 de abril de 2013

(Publicado en La Gaceta, 15 de abril de 2013)

 El chavismo pesará como una losa sobre el futuro de Venezuela, no ya sus ideas, cuadros y seguidores, sino sobre todo el grotesco, irracional y exaltado fervor de éstos. Su poder corrosivo sobre la sociedad, el estado y la economía no se desvanecerá fácilmente. Sería un indicio esperanzador que la caída de intenciones de voto a favor de Maduro en los últimos días fuese debida a la infranormal historieta de que estando en una capilla apareció un pajarito y dio tres vueltas sobre su cabeza, haciéndole sentir la presencia y unción del líder, por tanto no del todo desaparecido, del cual el candidato no ya a sustituirlo sino a continuarlo aduce su condición filial más allá de su inquebrantable fidelidad. Tal como se presenta, más que hijo parece un clon, con el peligro de que los incondicionales lleguen a descubrir que el proceso de clonación ha resultado fallido.

Figura gris, empezó su campaña semanas antes de que el 5 de marzo se anunciara la muerte del padre fundador, en previsión del luctuoso tránsito. La principal cualidad política que se le atribuye es su capacidad de negociación, que parece haber demostrado manteniendo unido al frente bolivariano detrás de su persona. La desunión era su mayor amenaza y lo seguirá siendo en el futuro, especialmente respecto al ejército, componente esencial del régimen, después de que Chávez lo depurara de forma adecuada. Maduro es ajeno al mismo y no tiene fácil mantener sobre él un liderazgo indiscutible. En situaciones como las que se avecinan, los personalismos y faccionalismos son siempre un peligro, por más que la unidad sea la mejor garantía de preservación. El problema es que inexorablemente el pastel a repartir, y los militares corruptos se han llevado una gran tajada, no es que se vaya a reducir, sino que ya se ha comprimido notablemente. ¿Cómo se va a mantener la herencia mítica de Chaves, si sus promesas y supuestas realizaciones de carácter populista se vienen abajo? La intensa polarización del país, que con tanto esmero cultivó, es un legado altamente tóxico. La economía se encuentra en situación insostenible que afecta hasta al aprovisionamiento alimenticio. Las estanterías de los comercios están medio vacías. El cambio de la moneda en el mercado negro estaba cuatro veces por debajo del oficial. Una reciente devaluación del 30% ha aminorado el desequilibrio, a pesar de todo lo cual, la principal inquietud de los venezolanos reside en la seguridad pública. 22.000 asesinatos en 2012 es más que los muertos en algunos de los años de la cruenta guerra de Irak.
La campaña ha sido violenta de palabras y obras. Cuando esto se escribe no sabemos cómo se habrá desarrollado la votación. Suele decirse que en Venezuela los abusos electorales se producen antes, no como fraude en el recuento. No es fácil de creer. Menos todavía si, como parece, en la recta final los dos competidores están considerablemente igualados. Pero la ganancia de cualquiera de ellos no es para arrendar.