Los desafíos en las relaciones bilaterales España-Marruecos

por Azahara Álvarez Jiménez, 29 de octubre de 2013

Las relaciones bilaterales entre España y Marruecos se han caracterizado históricamente y en la actualidad, por las continuas tensiones políticas y diplomáticas, llegando incluso a conflictos militares en el pasado.

Marruecos, desde su independencia el 2 de marzo de 1956 hasta nuestros días, ha demostrado con hechos que no es un vecino cordial, y que tiene claro cuáles son sus pretensiones como gran potencia en el norte de África. Para ello necesita adueñarse del Sáhara Occidental, y anexionarse Ceuta, Melilla y los islotes y peñones españoles del Mediterráneo (Chafarinas, Alhucemas y Vélez).
 
Desde el nacimiento de Marruecos como Estado se han sucedido tres reinados a cada cual más conflictivo respecto a las relaciones con España.
En primer lugar Mohamed V con el que libramos la Guerra de Sidi Ifni[i] (1957-58). Tras la muerte del monarca en 1963, su hijo Hassan II ocupó su lugar con el reinado más largo en el cual se llevó a cabo la “Marcha Verde” en 1975, con un humillante desenlace para el ejército español que tuvo que evacuar el Sáhara y entregarlo a los marroquíes. También hay que contar los incidentes fronterizos en Ceuta y Melilla, y los incidentes pesqueros que incluían apresamientos de barcos españoles que fueron la crónica habitual durante las décadas de los años ochenta y noventa. Y por último, el rey actual Mohamed VI, que en el 2002 protagonizó el incidente del islote de Perejil, la retirada en 2001 del embajador en Madrid y la presión de inmigrantes en las fronteras de Ceuta y Melilla en 2008 y 2010.
 
A pesar de ser socios comerciales y de las inversiones y ayudas al desarrollo que España proporciona cada año a Marruecos (en 2010 se benefició de 4 millones de euros donados por España en créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo, FAD[ii], y a otros 70 millones de euros de Asistencia Oficial para el Desarrollo, AOD[iii]), nuestro vecino del sur mantiene una actitud desafiante, soberbia y conflictiva.
 
Ante todos estos acontecimientos España se ha caracterizado por una falta de iniciativa y de determinación, dejando que Marruecos actúe en su contra sin oposición ni impedimento, con una clara indefinición y sin estrategia en política exterior.
 
Las pretensiones de Marruecos
 
El reino alauí basa sus reivindicaciones hacia los territorios españoles del norte de África en argumentos sin base histórica ni jurídica, tales como la necesaria continuidad geográfica de un Estado, la descolonización, la demografía y la existencia de disputa internacional.
 
Hay que señalar que jurídicamente, la posición española con sus diversos títulos de adquisición de soberanía y tratados de límites fronterizos de los siglos XVIII, XIX y XX, es sólida en Derecho Internacional, y de hecho nunca han sido territorios considerados internacionalmente como colonias o territorios no autónomos. Por lo que España no reconoce litigio alguno en ese sentido.
 
Según el catedrático de Derecho Internacional, Alejandro del Valle: para Marruecos, la no aceptación de sus fronteras fundacionales de 1956 es la consecuencia de un nacionalismo con componentes de irredentismo territorial, en busca de la consecución de las fronteras “históricas” y su “unidad natural” en un “Gran Marruecos”; la Constitución marroquí de 2011 (Art. 42) se refiere a las “fronteras auténticas” del Reino de Marruecos.
 
Ese planteamiento nacionalista y simbólico conlleva una permanente reclamación de integridad geográfica (tras Tarfaya, Sidi Ifni y el Sáhara) para que los territorios españoles vuelvan algún día a la “madre patria” marroquí. Para Marruecos los tratados firmados antes de su independencia se deben a una política de fuerza imperialista y en su Derecho interno no reconoce la soberanía ni jurisdicción territorial o marítima española de los territorios en la costa africana[iv].
 
El no reconocimiento de las fronteras marítimas y terrestres en el norte de África constituye para España un problema de seguridad muy relevante, y convierte a Marruecos en el único Estado que mantiene en términos diplomáticos una actitud de abierta hostilidad hacía ella. Esta situación genera problemas prácticos habituales en las ciudades, como el control de la actividad pesquera, la vigilancia marítima, el sobrevuelo de la zona por aeronaves del ejército y otras fuerzas de seguridad del Estado; la gestión ecológica y medio ambiental, la expulsión de inmigrantes ilegales o la persecución de delitos en los espacios en litigio[v].
 
El problema del Sáhara Occidental
 
Algunos autores afirman que el interés de Marruecos por los territorios e islotes españoles en el norte de África, es sólo un pretexto para desviar la atención y hacerse con lo que verdaderamente le interesa, el Sáhara Occidental. La historia se remonta a los primeros españoles que instalaron sus factorías pesqueras en la zona en el siglo XVI, antes de que las potencias occidentales se repartieran África en 1885. Después allí se funda Villa Cisneros entre los años 1934-1936, y finalmente en 1975 tras la presión de EEUU y la “Marcha Verde”, perdemos las colonias del Sáhara, dejando a su suerte a sus habitantes y viendo como Marruecos y Mauritania invaden la zona y se desata la guerra entre éstos y el Polisario.
 
En 1980 Marruecos construye los muros defensivos contra el Polisario, con la última tecnología suministrada por la CIA. En 1982 Hassan II visita Washington, logrando una ayuda de 100 millones de dólares, Washington muestra así su claro respaldo a Rabat[vi].
 
El que EEUU haya mediado, tanto antes como ahora no es casual; a Washington le interesa el asunto por tratarse de un aliado importante, pero también por el petróleo. Se han hecho públicos en revistas algunos mapas que muestran que toda la costa norte del Sáhara puede poseer importantes yacimientos de petróleo y gas[vii] y le ha sido concedida para su prospección a la petrolera estadounidense Kerr McGee, y la parte sur a la franco-belga Total Fina Elf[viii].
 
El petróleo es así otro interés añadido al problema. Sin embargo, una hipotética división del Sáhara en dos partes, la sur para el Polisario y la norte para Marruecos, dejaría a los franceses sin su concesión, por lo que París desea que todo el Sáhara sea marroquí. Y es que Francia es considerada por Marruecos como su principal valedor ante la UE y en los foros internacionales.
 
Mientras tanto la misión de las Naciones Unidas en el Sáhara, la MINURSO[ix], tiene cada vez más problemas para continuar debido a las trabas técnicas con que se encuentra, a los recortes presupuestarios y a los obstáculos de Marruecos.
 
Puntos de fricción, amenazas  y desafíos para la seguridad
 
Desde 1960 Marruecos ha llevado a cabo una ofensiva a todos los niveles para ocupar las plazas de soberanía española. Desde el Rey al último político, desde cualquier medio de difusión hasta el último maestro de las kabilas rifeñas, todos mantienen una evidente hostilidad hacia España. Cosa que debemos en gran medida al fanatismo expansionista de Al Fasi[x] y a sus ideas románticas que crearon en Marruecos una conciencia de frustración dirigida hacia los países limítrofes, sobre todo España. Ya se cuentan por cientos, el número de declaraciones formales que ha hecho el gobierno marroquí desde su independencia hasta la actualidad, sobre sus pretensiones sobre la España norteafricana, y que podemos encontrar en las hemerotecas[xi].
 
Durante los años de democracia española la diplomacia alauita nos ha chantajeado con el acceso a sus bancos de pesca, la emigración ilegal, el narcotráfico, la organización de movimientos promarroquíes en Ceuta y Melilla y una colaboración limitada en la lucha contra el terrorismo islamista. Ha sabido acercarse a sus dos grandes valedores, Francia y Estados Unidos, mediante sustanciosos negocios y la “venta” de información de calidad[xii].
 
El problema de la inmigración, el tráfico de drogas y el terrorismo, son cuestiones importantes que afectan a la seguridad y bienestar social español y también al resto de países de la Unión Europea ya que con su entrada a través de la península se pueden esparcir al resto de países europeos.
 
Y es que Ceuta y Melilla dada su situación estratégica suponen el flanco sur y suroccidental de Europa y el control del Estrecho. Son la base sur de nuestra seguridad y el primer escalón protector de cualquier ataque al Estrecho de Gibraltar por parte de Oriente como de África. El Estrecho de Gibraltar ha sido históricamente y es en la actualidad un centro neurálgico en el que convergen muchos factores identificados como posibles riesgos y amenazas de primer orden en la Estrategia Española de Seguridad de 2013. Factores como los tráficos ilícitos, el crimen organizado y tráfico de personas, el terrorismo, los flujos de inmigración ilegal, la defensa de infraestructuras críticas (bases de Rota y Morón, infraestructuras portuarias como la de Algeciras o el polo químico de Huelva), seguridad marítima, etc.  Es necesario recordar que por el Estrecho pasa anualmente más del 10% del tráfico marítimo internacional, un porcentaje que asciende en el caso de los petroleros, por ser un punto de conexión clave con los lugares de mayor producción petrolera como el golfo Pérsico; así anualmente por la zona se mueven unos 20 millones de toneladas de productos petrolíferos[xiii], sin olvidar que también cruza el Estrecho el gaseoducto que une el Magreb con Europa.
 
Por todo ello, es indiscutible que Ceuta, Melilla y el Estrecho de Gibraltar suponen un área de alto valor estratégico desde la óptica geopolítica: frontera entre tres países, lugar de tránsito de un importante flujo de tráfico marítimo, puerta de acceso de las migraciones hacia Europa y lugar de control de entrada-salida del Mediterráneo, así como de las flotas de guerra de países como Rusia. Estas razones justifican la existencia de una importante base aeronaval española, de uso conjunto con EEUU. Finalmente en el Peñón de Gibraltar se localiza una base naval británica con funciones para albergar submarinos nucleares. Así en el año 2008 cinco naves nucleares recalaron en el Peñón[xiv].
 
Por su parte, las plazas menores constituyen posesiones militares de indudable importancia para la defensa de nuestras plazas mayores, para la seguridad de la libre navegación por el Estrecho y una indiscutible garantía y pantalla protectora para el sur de España.
 
Por otro lado, un dato a tener en cuenta es el incremento del gasto en defensa de Marruecos, ya que en la última década de todas las regiones del mundo, donde más creció fue en el norte de África con un 116%, siendo Marruecos el país que más incrementó su gasto militar en un 143% y Argelia el segundo con un 110%[xv]. Sin embargo, el gasto en defensa de España se redujo en términos constantes un 10% de manera que el diferencial de gasto militar entre los dos países se ha reducido a la mitad.
Concretamente Marruecos ha multiplicado por seis sus medios navales en tan solo ocho años, ha doblado su potencial aéreo en cinco años, y está reforzando sus medios de defensa antiaérea[xvi] con la adquisición de material de última generación tanto de Francia, EEUU y Rusia. Estas ventas tienen más importancia por quién se las vende que por lo que compran, y las alianzas estratégicas de dichos países debilitan la posición de España frente a sus vecinos. Lo mas sorprendente de todo es que el gobierno español le vendió a Marruecos carros de combate M-60A3 en 2005 con la promesa de no desplegarlos cerca de la frontera española. Aún así, España gracias al intensivo programa de inversiones acometido entre los años 1997 y 2005, dispone todavía de una clara superioridad en medios militares; sin embargo las dudas sobre la capacidad financiera para continuar el esfuerzo modernizador podrían poner en entredicho la superioridad militar regional de España frente al reino alauí en unas décadas[xvii].
 
Por último, es preciso puntualizar algunos aspectos sobre factores económicos que nos interesan. Marruecos es un país comercial preferente en la UE, y su avance económico es notable. A este hecho hay que sumarle la repercusión directa en Ceuta y Melilla de la ampliación de puerto de Tánger o el desarrollo de la zona de Nador. Estos dos factores, repercutirían en el suministro de la energía, por lo que España dejaría de ser la pieza fundamental del comercio entre la UE y las zonas emergentes del Pacífico y del Índico[xviii].
 
Yihadismo activo en el Magreb/Sahel e inmigración irregular hacia Europa
 
Un desafío de primer orden para la seguridad española y europea por su proximidad geográfica, entre otros factores, es la presencia de grupos terroristas en el Magreb y el Sahel, sobre todo en Mauritania y Malí donde reciben entrenamiento y apoyo logístico. El ejemplo claro lo vemos en los últimos acontecimientos de 2012 en el norte de Malí con la creación de un consorcio yihadista formado por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), el Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO) y en menor medida (y un poco más alejado geográficamente) Al Shabab, y que precipitaron la intervención de Francia (con la llamada Operación Serval) y de la ONU para impedir la extensión terrorista hacia otros países y proteger a la población. También hay que señalar la detención en los últimos meses en Ceuta de una red activa de radicalización, captación y envío de muyahidines hacia grupos terroristas en Siria, que se planteaban incluso realizar “algún tipo de acción violenta” en Ceuta[xix]. Numerosos estudios de especialistas en la materia aseguran que en Ceuta, y más concretamente en el barrio del Príncipe existe un potente caldo de cultivo para la consecución de procesos de radicalización yihadista[xx] que van en aumento y que podrían suponer una amenaza directa para la población local.
 
La capacidad de proyección de estos grupos y células terroristas que llevan asentados en el Sahel y Magreb desde hace años, parecía estar limitada a esta área y carecer de soportes ideológicos y financieros. Pero estos hechos recientes suponen un nuevo devenir que en la actualidad, se revela como un desafío importante para la seguridad española que no se debe subestimar, y para lo que es imprescindible el control y la colaboración de Marruecos.
 
Relacionado con ello, está el factor de la inmigración ilegal que viene de África procedente de las costas de marroquíes en cayucos, o bien mediante los continuos asaltos multitudinarios a las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla[xxi], algo que debería tener un mayor control por parte del reino alauí en la vigilancia de sus fronteras con España, las cuales como ya hemos dicho, no reconoce. Y es que en 2005, el porcentaje de personas de origen marroquí en Ceuta constituía el 44% (34.000 en un total de 80.000) y en Melilla el porcentaje es prácticamente idéntico. Mohamed es ya el nombre más frecuente en Ceuta y Melilla, y casi la mitad de la población es de confesión musulmana. Mientras, Europa, y mucho más España, no ofrecen niveles de fecundidad suficientes para el reemplazo generacional.
 
Recientes estudios revelan que en las ciudades autónomas alrededor del 40% de la población es de confesión musulmana y de origen español y que éste perfil ha subido en los últimos años. En Melilla el 38,7% de los islámicos es español, mientras que un 10,07% del total de habitantes es musulmán de origen marroquí. Este porcentaje asciende al 4,64% en el caso de Ceuta[xxii].
 
Conclusiones
 
Como podemos observar ante lo expuesto líneas más arriba, las relaciones hispano-marroquíes han estado, están y probablemente estarán marcadas por el conflicto. Esto es en parte causado por una falta de decisión y de objetivos claros en la política exterior española.
 
Podemos decir que en España la única posibilidad de ataque directo proviene de nuestro vecino del sur en la reivindicación de Ceuta, Melilla y demás posesiones españolas. La creciente presión popular, las revueltas árabes y cualquier conflicto interior del régimen de Mohamed VI, podrían llevarle a presionar de nuevo las fronteras españolas como válvula de escape. De igual forma, si la marea islamista que se extiende por Egipto, Túnez, Libia y Malí llega a Marruecos, también nuestras ciudades se encontrarían en peligro, ya que por desgracia, la amenaza sobre Ceuta y Melilla proviene tanto de intereses nacionalistas del régimen marroquí, como de fuerzas islamistas en la región[xxiii].
 
El continúo desarme de nuestro país, no sólo el militar, sino también en el terreno de las ambiciones estratégicas, dará alas a nuestro vecino para acentuar sus reivindicaciones territoriales, que siguen muy latentes en la sociedad marroquí; o bien de exigir determinadas actitudes subordinadas al suministro energético. Tenemos demasiados intereses económicos y estratégicos en esta zona como para despreciar lo que ocurre o suponer que con buenas palabras se van a disipar las amenazas.
 
Por último, los principales desafíos ante los que se enfrentará España respecto a su vecino del sur no es ya tanto el continuo fortalecimiento del ejército marroquí, si no el 40% de población marroquí en las dos ciudades de Ceuta y Melilla, cuyo porcentaje se espera que supere el 50% en 2018. Evidentemente no todos los musulmanes son promarroquíes pero hay que estar pendientes de este proceso, pues más bien parece una invasión silenciosa que tiene un claro antecedente en la “Marcha Verde”.
 
¿Por qué es tan importante cuidar lo que sucede en Ceuta y Melilla? Pues porque aparte de la relevancia estratégica que tienen estas ciudades junto con el Estrecho de Gibraltar,  no hay que considerar baladí las amenazas directas de un país que comparte sus pretensiones sobre los territorios españoles en el norte de África con la ideología radical yihadista de grupos terroristas como AQMI, que llaman a la islamización y la expulsión de los cristianos de España, de Al Andalus, su anhelada tierra prometida en la que se incluye Ceuta y Melilla.
 
No se trata ni de una actitud agresiva ni de beligerancia; si fuera así, el rearme intensivo de Marruecos debería ser analizado como una amenaza militar directa. Se trata de transmitir claros mensajes de autoridad y de ambición estratégica, apoyados en unas Fuerzas Armadas modernas, eficaces y con recursos, y en una política exterior que se centre en lo que realmente interesa a los españoles.
 
Llevamos muchos años de una política exterior laxa, acomplejada y descuidada con nuestro vecino del sur, y antes de que sea demasiado tarde, hay demostrar que España es un país soberano y que tiene las cosas claras. Para ello sería bueno que recordáramos a Francia que somos un socio fundamental en la UE y en la OTAN, así como también recordarle a EEUU que hemos estado involucrados en Afganistán, que sufrimos los mayores atentados terroristas de la historia de Europa, perpetrados por un buen número de marroquíes pertenecientes al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM)[xxiv], debido “supuestamente” al apoyo de su guerra de Irak. Igualmente exigir a Europa que medie y nos apoye en nuestros problemas con Marruecos; y por último, y no por ello menos importante, no permitir que Marruecos presione nuestras fronteras y que le quede claro que nuestros territorios en el norte de África nunca serán suyos.
 
 
NOTAS


[i] Territorio en el Sáhara Occidental perteneciente a España desde el Tratado de Wad-Ras de 1860, que pese a la victoria española en la Guerra que lleva su nombre, finalmente pasó a formar parte del reino alauí en 1965, debido a la Resolución 2062 de Naciones Unidas.
[ii] El Gobierno concede créditos FAD a Túnez, Ghana y Marruecos por un importe total de 216 millones de euros. Europapress, 14/11/11. Disponible en: http://www.europapress.es/internacional/noticia-espana-gobierno-concede-creditos-fad-tunez-ghana-marruecos-importe-total-216-millones-euros-20081114152621.html
[iii] Seguimiento del PACI 2010, Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación,  p. 58. Disponible en:
[iv] DEL VALLE, A., Ceuta, Melilla, Chafarinas, Vélez y Alhucemas: tomar la iniciativa, Real Instituto Elcano, 20/12/2011, pp. 3. Disponible en: http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/defensa+y+seguridad/ari163-2011
[v] PÉREZ, Á., Ceuta y Melilla. El dilema marroquí, Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), 23/10/2008. Disponible en: http://www.gees.org/articulos/ceuta_y_melilla_el_dilema_marroqui_5944
[vi] SÁNCHEZ, C., España y Marruecos: A falta de alternativas ¿Solución militar?, Nómadas 7: Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. Disponible en: http://www.ucm.es/info/nomadas/7/cshdz1.htm
[vii] ECHEVERRÍA, C., Relaciones Hispano-marroquíes: una compleja agenda, Real Instituto Elcano, 30/09/2002, p. 10. Disponible en: http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/mediterraneo+y+mundo+arabe/dt4-2002
[ix] La misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) se estableció por la Resolución 690 del Consejo de Seguridad de 29 de abril de 1991, de acuerdo con las propuestas de arreglo aceptadas en 1988 por Marruecos y el Frente Polisario. Para más información: http://www.un.org/es/peacekeeping/missions/minurso/
[x] Fundador del partido nacionalista STIGLAL y teórico del Islam político.
[xi] El primer ministro marroquí reclama las “tierras ocupadas” de Ceuta y Melilla, La Razón, 30/01/2012. Disponible en: http://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_RAZON_430321/2019-el-primer-ministro-marroqui-reclama-las-tierras-ocupadas-de-ceuta-y-melilla#.Umer5xCd434; Los partidos marroquíes piden que la ONU intervenga en Ceuta y Melilla, El Mundo, 04/12/2010. Disponible en: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/04/espana/1291501623.html
[xii] PORTERO, F., Marruecos. Con las medidas tomadas, Libertad Digital, 19/06/10. Disponible en: http://www.libertaddigital.com/opinion/florentino-portero/con-las-medidas-tomadas-56273/
[xiii] La Política Marítima y la planeación espacial. Informe 6. Caracterización de la subdivisión Estrecho, Proyecto MEC (SEJ2007-66487/GEOG), Universidad de Sevilla y Marine Plan, p. 13. Disponible en: http://www.marineplan.es/es/informes/INFORME%206_SUBDIVISION%20ESTRECHO_18_11_10.pdf
[xiv] Ibídem pp. 23-25.
[xv] Marruecos y Argelia aceleran su carrera armamentística, AfrolNews, 21/10/13. Disponible en http://www.afrol.com/es/articulos/36616
[xvi] NAVARRO, E., España 2012: Reflotar la Defensa Nacionl,. Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), 22/09/11. Disponible en: http://www.gees.org/articulos/espana_2012_reflotar_la_defensa_nacional_8898
[xvii] Marruecos compra a España los tanques desplegados en Ceuta y Melilla, Libertad Digital, 05/01/2005. Disponible en: http://www.libertaddigital.com/nacional/marruecos-compra-a-espana-los-tanques-desplegados-en-ceuta-y-melilla-1276250418/
[xviii] ORTIZ, A., Claves del triángulo Marruecos, Ceuta y Melilla: inmigración, economía y política, Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), 10/12/11. Disponible en: http://www.gees.org/files/article/09122010194112_Analisis-08322.pdf
[xx] JORDÁN, J. y TRUJILLO, A., Entornos favorables al reclutamiento yihadista: El Barrio del Príncipe Alfonso (Ceuta), Jihad Monitor Ocassional Paper nº3, 2006.
[xxi] Asaltos masivos en Ceuta y Melilla, donde unos 200 inmigrantes logran entrar, El Mundo, 17/09/12. Disponible en: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/17/espana/1379407663.html
[xxii] Melilla es la Autonomía con mayor porcentaje de musulmanes españoles, El Faro de Melilla, 17/02/13. Disponible en: http://www.elfarodigital.es/melilla/sociedad/117244-melilla-es-la-autonomia-con-mayor-porcentaje-de-musulmanes-espanoles.html
[xxiii] España. Las Fuerzas Armadas y sus misiones, Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), 21/01/12. Disponible en: http://www.gees.org/articulos/espana_las_fuerzas_armadas_y_sus_misiones_9134#
[xxiv] HERNANDO, M., Las relaciones con Marruecos tras los atentados del 11 de marzo, Real Instituto Elcano, 05/04/04. Disponible en: