Oriente Medio. ¿La última primavera afgana?

por GEES, 11 de abril de 2012

 Como cada año, llega la primavera a Afganistán, y con ella la amenaza de una nueva ofensiva talibán y terrorista contra las fuerzas de la coalición internacional. En 2011 pasó totalmente inadvertida tras el protagonismo absoluto de la otra primavera, la "árabe". Y este año apenas ha transcendido nada, al menos de momento. Sin embargo, tras el deshielo de las nieves del invierno, ha crecido el flujo de guerrilleros talibanes e insurgentes que cruzan la frontera pakistaní. Y se han empezado a contabilizar los primeros ataques "primaverales" en la provincia occidental de Herat, en la norteña de Faryab, y la oriental de Kunar.

A pesar de haber sido golpeados duramente por la OTAN y por los drones norteamericanos, parece que talibanes e insurgentes continuarán con la tradicional ofensiva a la espera de la retirada de las tropas extranjeras. Un repliegue que en algunos casos apunta a un posible adelanto. En países como Estados Unidos e Italia el debate está en la mesa. En otros, como Francia, podría depender de las próximas elecciones presidenciales. El oponente socialista de Nicolás Sarkozy ya ha advertido que retirará las fuerzas en un plazo de siete meses si llega al poder, dos años antes que los británicos y norteamericanos. Un gran contratiempo para los mandos de la OTAN y del gobierno afgano que deberían reemplazar con excesiva premura a un poderoso contingente de 3.600 hombres en un área donde ha repuntado la violencia.
También habrá que esperar a la próxima reunión de la OTAN en Chicago, donde se esperan decisiones importantes sobre el compromiso de los aliados con el país asiático. Será en mayo y para entonces ya sabremos algo más de la ofensiva de primavera afgana. A la vista de los últimos ataques contra las fuerzas de la ISAF se esperan dos tipos de tácticas: la centrada en el ataque directo contra la Policía y los soldados afganos, y por otro lado la utilización de infiltrados en las fuerzas de seguridad del país para golpear a las fuerzas de la coalición internacional.
Pero los norteamericanos no se van a quedar quietos. Al tiempo que Washington acuerda con Kabul el traspaso de las operaciones militares nocturnas a las fuerzas afganas, los militares están preparando la que puede ser la última gran ofensiva en la guerra de Afganistán. Según ha transcendido, una de las brigadas de la 82ª división aerotransportada del Ejército norteamericano se podría desplegar a la provincia de Ghazni en los próximos meses con tres objetivos que cumplir: ampliar la denominada "burbuja de seguridad" alrededor de la capital afgana; conectar Kabul con Kandahar; y desplegar tropas hacia las frontera con Pakistán para frenar el flujo de insurgentes y armas. Ésta será sin duda la tarea más complicada y la más peligrosa, y nadie asegura su éxito, sobre todo por las dudas sobre el papel de pueda tener Pakistán. Lo único cierto es que estamos ante las últimas ofensivas, tanto de un lado como de otro, de esta larga guerra.