Yihad en el paraíso: el caso Indonesio

por Javier Gil Guerrero, 31 de octubre de 2006

Tras la caída de Suharto en 1998 y el inicio de una nueva etapa política, Indonesia se enfrentaría a nuevos problemas, cuya aparición durante el mandato de Suharto eran impensables. Pero la Indonesia post-Suharto era un Estado terriblemente débil, afectado por una grave crisis económica, inestabilidad política, problemas secesionistas en la Isla de Papua, Timor, problemas religiosos en Las Molucas y Sulawesi, el problema terrorista, etc, etc. Por ello, Indonesia durante los primeros años de su existencia democrática se convirtió en un Estado impotente para solucionar problemas, todo ello agravado con la influencia de distintos sucesos internacionales acontecidos. Presa de su debilidad, los distintos movimientos Islamistas pudieron desarrollarse con facilidad. En este presente artículo se pretende mostrar los efectos que han producido estos acontecimientos sobre los movimientos islamistas en Indonesia y, sobre todo, mostrar como han sido utilizados en su propio beneficio impulsando el Islamismo radical.
 
Conflicto Inter-religioso en las Molucas y Sulawesi
 
El conflicto en las Molucas y Sulawesi responde muy bien a esa debilidad. Durante el mandato de Suharto y para paliar la presión demográfica en Java, se fomentó un proceso de migración hacia las Islas menos habitadas del Archipiélago como Las Molucas, Sulawesi o Borneo. En las dos primeras, que eran de mayoría cristiana hasta el inicio de dicho proceso, se fue produciendo un efecto paulatino de pérdida de influencia tanto política como económica de la población cristiana. Esto produjo el establecimiento de tensiones, envidias, odios, entre las dos comunidades que estallaron una vez que lo podían hacer. Es decir, sin Suharto.
 
En el año 1999 y el 2000, estallaron sendos conflictos Inter-religiosos en Las Molucas y Sulawesi respectivamente. Estos conflictos[1] “religiosos” hay que observarlos desde la perspectiva anteriormente expuesta. Es decir, fueron empujados por una lucha por el control del poder. No es motivo aquí explicar el desarrollo de los mismos, sino los efectos de ellos. La explosión de violencia en ambas Islas conllevó al principio la muerte de varios cientos de Musulmanes y Cristianos, lo cual produjo y esto es lo importante, la movilización general del extremismo Islámico en Indonesio.
 
El conflicto en Las Molucas y Sulawesi pasó de ser un conflicto local a ser un conflicto nacional, en  el cual los distintos grupos Islamistas Indonesios lo identificaron, salvando las distancias, como un nuevo Afganistán donde era necesario levantar una Yihad para defender a los Musulmanes. El principal efecto de ambas crisis fue la creación en el imaginario Islamista de la Yihad. Este hecho es vital por varias razones:
 
1)      El establecimiento de la Yihad motivó que se formaran  diversos grupos o milicias por todo el país para defender a sus “Hermanos Musulmanes” en ambas regiones. Es decir se produjo una movilización generalizada. El grupo más importante fue Laskar Yihad[2], Su líder fue Jafar Umar Talib, veterano de Afganistán  que contó con el apoyo tanto militar como de una parte de la clase política para desplegar sus hombres allí. No se explica de otra manera que Laskar Yihad pudiera enviar 3000 hombres a la zona. La razón es obvia, Laskar Yihad defendía la integridad del País y al mismo tiempo el poder establecido. No era posible otro Timor Oriental. Por ello contaba con el apoyo de ambos. Este llegó a tener 3000 hombres desplegados en la zona dedicados a matar y defender las distintas áreas Musulmanas.  Otro grupo importante que fue creado al respecto fue Muhaidin KOMPAK[3] (Komite Aksi Penanggulangan Akibat Krisis-Comité para la respuesta a las crisis). Este grupo era el brazo armado de la ONG KOMPAK. Esta ONG fue creada por DDII para asistir a los musulmanes que se encontraban en situación de pobreza, conflicto, etc.
 
2)      El establecimiento de la Yihad, produjo en los que participaron en ella los mismos efectos que se produjeron en Afganistán. Esto es, experiencia de combate, lazos de afinidad con otros combatientes, radicalización en las ideas, etc, etc. Merece una atención muy importante la serie de conflictos que se han desarrollado a lo largo de la geografía mundial tras el término de la guerra de Afganistán en la que participaron Muhaidines de todo el mundo. Estos se han conformado como nuevas Yihads[4], produciendo los mismos efectos que Afganistán. Conflictos como el de las Molucas, Mindanao, Argelia, Bosnia o Tailandia en la actualidad merecen una atención especial en el sentido de que estos se constituyeron y constituyen como lugares de entrenamiento y educación para sus participantes. En el mundo actual donde todo se conecta y se relaciona, deberíamos prestar más atención al desarrollo de estos conflictos porque siempre nos acaban afectando.
 
3)      El hecho de que allí los diferentes participantes obtendrían sus primeras experiencias en la lucha Yihadista, tuvo un efecto muy importante en Jamaa Islamiyah. Si se recuerda, ésta hasta el año 2000 no realizó su primer atentado.  Es decir tras su experiencia en las Molucas. Jamaa Islamiyah[5] compuso dos milicias: Laskar Jundullah y Laskar Muhaidin en Las Molucas y Sulawesi respectivamente. Estas tuvieron varias funciones. La más importante fue la de la lucha pero existen otras tres que son igualmente vitales: 1) se dedicó  a la labor de la divulgación de sus ideas “extremistas” por las dos islas, 2) reclutó personal para su organización y por último 3) se dedicó a recoger material para la realización de propaganda, principalmente realización de videos, y fotografías. Por lo tanto, el conflicto en las Molucas y Sulawesi fue un perfecto caldo de cultivo para Jamaa Islamiyah.
 
Al mismo tiempo, el conflicto en las Molucas y Sulawesi también tuvo un efecto muy importante sobre Al-Qaeda[6]. Como ya sabemos, Al-Qaeda había establecido su nueva base en Malasia. Pero los hechos acontecidos en Indonesia le empujaron a introducirse también Indonesia por el hecho de que Indonesia presentaba muchas cualidades que Al-Qaeda quería aprovechar, tales como: debilidad política, crisis económica, gran masa de población musulmana, creciente radicalización de parte de la población musulmana, fronteras porosas, poso histórico de lucha, etc, etc.
 
Por ello Al-Qaeda decidió participar en el conflicto. Durante el mismo se dedicó a realizar dos actividades principalmente:
 
1)      financiación de milicias a través de sus hombres establecidos allí o a través de distintas ONG´S para mantener vivo el conflicto
2)      dar entrenamiento y armas a través también de sus hombres desplegados allí.
 
Resumiendo, el conflicto en las Molucas y Sulawesi, no fue un simple conflicto local. Produjo la creación de varios grupos Yihadistas, empujó la entrada de Al-Qaeda en Indonesia y la toma de experiencia y proselitismo por parte de Jamaa Islamiyah. Un conflicto de carácter local se convirtió en un nuevo campo de batalla para el imaginario Yihadista.
 
El 11/S y la guerra de Afganistán
 
El atentado terrorista llevado a cabo por Al-Qaeda el 11/S en USA produjo alrededor de 3000 muertos y una ola de solidaridad Internacional con USA sin precedentes en la historia. Pero esta ola de solidaridad se fue apagando en muchos países cuando se empezó a vislumbrar la respuesta de USA a esos hechos. El ataque terrorista del 11/S, provocó una gran ola de solidaridad a nivel mundial. En el caso Indonesio también. La atrocidad cometida era criticada por toda la sociedad Indonesia. Pero esta solidaridad se terminó en el instante que USA planeó su guerra a Afganistán. Antes del inicio de la guerra, Indonesia había sido requerida a investigar la presencia de células de Al-Qaeda y de miembros de una desconocida Jamaa Islamiyah en su territorio. Es significativo, que ya en el año 2000[7], cuando se descubre la trama para “volar” las Embajadas de Israel y USA en Singapur por parte de Jamaa Islamiyah, desde aquel país se exhortó a Indonesia a investigar a Jamaa Islamiyah. La reacción de Indonesia es conocida, se negó la presencia en su territorio de tal organización y por parte de la comunidad radical se negó incluso su propia existencia.
 
La respuesta de Indonesia al 11/S fue ambivalente. Por un lado se condenó el atentado y el Gobierno de Megawati se solidarizó con el Norteamericano. De hecho, fue Megawati, la primera Presidenta de un País Musulmán en visitar USA tras el atentado. Allí, se prometió ayuda y cooperación, ayuda que se terminó al volver a su país y enfrentarse a su propia realidad. Ésta era de profunda división dentro de su propio Gobierno sobre qué hacer al respecto. Si por un lado alinearse junto con el resto de sus vecinos del Sudeste Asiático y seguir el ejemplo propiciado por Pakistán (escenario Musarraf), el cual consistía en convertirse en fiel aliado de USA y así conseguir dinero y armas o por el contrario seguir su propio camino. Es muy interesante saber que la mayoría de su gobierno se inclinó por seguir como si nada hubiera pasado. Es de destacar que el Ministro de Seguridad de aquella época es el actual Presidente. Su reacción al ataque fue no hacer nada. Conviene recordar esto para el futuro. Que  nadie se lleve a engaño ante futuras decisiones del Primer Ministro. Existía entre estos, un miedo a perder el control del país. En el sentido de que la gran mayoría musulmana del país se radicalizara en un momento político y económico de gran dificultad. En mi opinión el no hacer nada les situó en el punto de mira de la propia Jamaa Islamiyah. Indonesia era el santuario. De ahí se derivan los dos atentados de Bali, o los atentados contra el Hotel Marriot o la Embajada de Australia.
 
La guerra contra Afganistán no se catalogaba como  una guerra contra el terrorismo, sino una guerra contra el Islam. Una vez iniciada la guerra el país se convulsionó. Por un lado, el no alineamiento de Indonesia junto a USA  produjo un enorme distanciamiento entre ambos y por el otro, se produjeron unos efectos catastróficos sobre los grupos Islamistas. He utilizado la palabra catastróficos porque estos se vieron ampliamente beneficiados por la guerra. Supieron manejar las emociones para su propio beneficio. Estos efectos fueron:
 
1)      El Islamismo (Partidos Políticos y Organizaciones Islamistas) se adueñó tanto de la calle como del discurso. Hay que señalar que uno de los países donde las manifestaciones contra la guerra fueron más importantes fue aquí en Indonesia. Su poder de movilización se vio empujado por la frustración y odio que generó esta intervención. Organizaciones moderadas como NU y Muhammadiyah se vieron envueltas en una espiral radical, e incluso ellos criticaron con fiereza el ataque contra Afganistán, ya que era para ellos una guerra contra el Islam. Derivado de esto se produjo por primera vez en Indonesia una unión entre el Islam radical y el liberal, una unidad de acción entre ambos. Algo impensable en el pasado. Hay que señalar que dentro de esta unidad de acción y de discurso era el Islam radical quien mandaba, no el liberal. Es decir, el Islam liberal cedió espacio y con ello los intentos progresistas del Islam liberal de adecuar éste a la democracia, a los valores Occidentales se vieron seriamente dañados. El discurso que tenía sentido, el que tenía fuerza, el que tenía cabida, era el radical.
 
2)      Este discurso tenía cabida y encaje en la sociedad Indonesia porque las distintas teorías conspiratorias que durante años habían circulado y habían sido defendidas años atrás parecían cobrar sentido. El Islam estaba bajo ataque, fruto de una conspiración organizada por USA, Israel, y los países aliados contra el Islam. La guerra de Afganistán era la prueba de ello. Por ello, los distintos grupos Islamistas se vieron legitimados ante su pueblo. Utilizaron la guerra para sus propios objetivos. Así, el concepto de Yihad, como el de Estado Islámico, cobraron fuerza y sentido. Si existía una conspiración contra el Islam era un deber levantar una Yihad para contener a los “cruzados” y, al mismo tiempo, ese estado democrático occidental el cual existía en Indonesia ya no servía para defender a los Musulmanes. La clave estaba en la introducción de la Sharia y en el establecimiento del Estado Islámico. Pura manipulación de las emociones, pero muy fructífera si se observa la distinta evolución de los Partidos Islamistas o la propia Jamaa Islamiyah. Con la guerra, Bin Laden se convirtió en el nuevo “Che Guevara”. Un icono de rebelión y de coraje contra el poder arrogante de USA. Por lo tanto la Guerra de Afganistán se convirtió en  “oxígeno político e ideológico” para las diversas organizaciones Islamistas Indonesias. La utilizaron en su favor y ancharon la distancia entre Occidente y el mundo Islámico en Indonesia.
Este panorama cambio con el atentado de Bali en Octubre del 2002. Tristemente hasta que Indonesia no fue golpeada por el Terrorismo Islamista en su propio territorio no tomó medidas para contrarrestar la amenaza terrorista. El atentado de Bali fue fruto de la inoperancia del propio Estado Indonesio por dos razones:
 
1)      la primera, por no reconocer la existencia de la organización en su propio territorio y
2)      la segunda, por no tomar ningún tipo de medida tras la detención de miembros de la misma en Malasia, Singapur y Filipinas durante los años 2000, 2001 y 2002. El bajar la guardia la situó como el objetivo más asequible dentro del Sudeste Asiático.
 
El atentado de Bali produjo unos efectos sobre los distintos grupos Islamistas[8] y en general sobre la sociedad Indonesia muy interesantes. Resulta muy llamativo que tanto Laskar Yihad, el grupo que se había dedicado a matar Cristianos en Las Molucas y Sulawesi, como el FPI, el cual se dedicaba a intimidar a dueños de bares por la venta de alcohol y que fue el grupo que más se movilizó contra la guerra de Afganistán, decidieron el primero terminar con su organización y el segundo detener sus actividades. Fue una parada técnica. Ante las posibles consecuencias que vendrían tras el atentado de Bali, lo mejor era pasar a un segundo plano y desvincularse del extremismo radical. En mi opinión, esta “parada técnica” demuestra que los distintos grupos Islamistas están compuestos por gente inteligente, calculadora, que sabe manejar el ritmo de los tiempos y las emociones. Esta “parada técnica” se puede extender a todas las organizaciones Islamistas de Indonesia, que si bien no pararon sus actividades, sí que bajaron el perfil de actuación todas ellas hasta le llegada de mejores oportunidades.
 
Para el gobierno el impacto fue devastador, porque comprobaron que la red Jamaa Islamiyah existía en su territorio y no se había hecho nada por contrarrestarla La lucha dentro del Gobierno, si luchar o no contra el terrorismo, finalmente había sido resuelta en favor de laprimera opción, pero como se comprobará con el último atentado de Bali, el terrorismo en Indonesia sigue muy fuerte. Tras el atentado, el liderazgo de Megawati resultó muy debilitado y sus posibilidades futuras de elección se complicaron. Tras el atentado, la policía Indonesia fue muy rápida en detener a los causantes del atentado y en acusar a Jamaa Islamiyah como la organizadora del ataque. Este hecho causó profundo dolor dentro de la sociedad Indonesia, para la cual que el atentado de Bali fuera obra de Indonesios resultaba en el mayor de los espantos. Se identifica el atentado de Bali, como únicamente un atentado contra Australia y los países Occidentales. Pero hay que recordar que un importante número de los muertos fue indonesio. Si bien se atacó a Australia, también se atacó al Gobierno indonesio, debilitando su economía y su credibilidad internacional, al propio pueblo indonesio el cual estaba de alguna manera relacionado con los lugares en los que se atento y la propia sociedad balinesa, mayoritariamente hindú. Por lo tanto, en mi opinión se mandó un aviso a estos distintos grupos por parte de Jamaa Islamiyah y Al-Qaeda. Exactamente igual que el segundo atentado de Bali. En el pasado mes de marzo del presente año 2006, me encontré en Bali, en la zona de Kuta Beach, la cual ha sido objeto de los atentados. Tras cuatro meses después del atentado, la zona de Kuta resulta una ciudad fantasma. Aunque en al actualidad la situación mejora, el turismo ha descendido dramáticamente Han conseguido “machacar” la economía de Bali y tensar las relaciones inter-religiosas a lo largo de todo el archipiélago Indonesio. Al mismo tiempo tras Bali, se produjo uno de los hechos más importantes dentro del ambiente Islámico. Esto fue, la recuperación del discurso y del protagonismo por parte de los moderados, NU y Muhammadiyah.
 
Guerra de Irak
 
Pero tristemente por muy poco tiempo, ya que en marzo comenzó la guerra de Irak y de nuevo el control del discurso, de la calle, volvió hacia los grupos más militantes. Los cuales por cierto, se descongelaron, caso del FPI, o subieron su perfil de acción, caso del DDII y de los Partidos Islamistas. La guerra de Irak provocó de nuevo los mismos efectos sobre los grupos Islamistas que la guerra de Afganistán. De nuevo las teorías de las conspiraciones fueron puestas en boga y cobraban sentido. Irak representaba la prueba definitiva y mas fuerza han tomado estas teorías conspiradoras en Indonesia cuando se ha descubierto que no existían armas de destrucción masiva en Irak o la situación en ese país está empeorando.
 
Las dos guerras de Irak y Afganistán y la última entre Israel y Hiztbula han supuesto un impulso para absolutamente todos los grupos Islamistas, tanto partidos políticos como organizaciones. Todos han visto reforzadas sus posiciones dentro del ámbito del Islam político a costa de la perdida de influencia de los partidos y organizaciones musulmanas moderadas. Al mismo tiempo la distancia entre el mundo Islámico Indonesio y Occidente ha continuado haciéndose mayor. La situación  actual sigue deteriorándose. Si bien se ha vuelto a equilibrar la situación entre los distintos grupos, los más “duros”, como FPI, siguen con mucha fuerza. Las protestas organizadas por estos grupos contra la Embajada de Dinamarca en Jakarta, que motivó que el Embajador de dicho país abandonara Indonesia, o la más reciente protesta contra la sede de Playboy en Jakarta,  las fuertes protestas contra la Embajada USA por la guerra entre Hizbula e Israel, o el anuncio del reclutamiento de varios cientos de jóvenes indonesios para su envío a Líbano, no hacen sino mostrar que estos siguen muy fuertes y que su mensaje tristemente va calando en la sociedad Indonesia. El principal hecho que no se debe olvidar es cómo los distintos grupos islamistas indonesios, y por ende los grupos terroristas como Al-Qaeda o Jamaa Islamiyah, manipulan con una habilidad exquisita absolutamente cualquier conflicto o disputa en el que existe un componente musulmán para enmarcarlo en su lucha cósmica entre el bien y el mal. Incluso hechos externos a esa lucha como pueden ser el Tsunami o el terremoto de Jogjakarta tienen lectura islamista, en el sentido que son un castigo de Dios por abandonar el camino. Además de ello, se adaptan a las diversas situaciones que van apareciendo bajando o aumentado su perfil de de actuación. Por ello es necesaria más que nunca una importante labor de lucha ideológica contra el Islamismo si queremos parar al monstruo. Las acciones militares y policiales son necesarias, pero hay que ahogar a la ideología Islamista con ideas que la neutralicen. Si no como he mostrado en el caso Indonesio, nuevas comunidades de Musulmanes caerán sobre el influjo del islamismo.
 
Para finalizar quiero citar una de las frases que más se utiliza en el ideario Yihadista Indonesio para impulsar la Yihad, ya que la encuentro muy ilustrativa. Tarbiyah terbaik adalah waktu Yihad. No hay mejor educación que la Yihad.

 
 
Notas


[1] Existe una base documentada sobre los distintos conflictos en Indonesia en  http://preventconflict.org/portal/main/maps.php
[2] Información obtenida en “ Militant Islam in Southeast Asia” Pag 69-72. Zachary Abuza. Lynne Rienner Publishers.  UK. 2003.
[3] Información obtenida en www.crisisweb.org “Indonesia backgrounder:Jihad in Central Sulawesi” ICG Asia Report N°74
3 February 2004. Jakarta/Brussels
[4] Lease el artículo sobre el papel de la Yihad en Las Molucas y Sulawesi. www.crisisweb.org “Weaking indonesia´s Muhaidin Networks: Lessons from Maluku and Poso.”Asia Report N°103 - 13 October 2005
[5] Información obtenida en “ The second front” Cap 8 “Yihad: indonesia .Ken conboy. Equinos publishing. Indonesia. 2006
[6] Información obtenida en “ Militant Islam in Southeast Asia” Pag 148-152. Zachary Abuza. Lynne Rienner Publishers.  UK. 2003.
[7] Leáse “The war on terror and the future of Indonesian democracy” en www.ntu.edu.sg/publications/workingpapers/wp46.pdf Tatik S.Hafidz. IDSS. Singapur 2003
[8] Un estudio del impacto del atentado de Bali en Indonesia se encuentra en www.crisisweb.org “Impact of the Bali Bombings” Indonesia Briefing
Jakarta/Brussels, 24 October 2002